Marathon Man
Trazo un carril imaginario y por allí camino. Avanzo con lentitud por mi vía, sin desviarme ni un milímetro. Todos se hacen a un lado: jóvenes, viejos, embarazadas, padres con niños, mascotas… Así ha sido desde hace diez años. Camino y no concedo el paso. Nada me desvía ni me saca de mi canal de circulación. Pero hoy llevo 5 minutos parado y el otro me mira de frente. Sin desviar la mirada ni apartarse de mi senda. No tengo prisas. Tengo cultura de maratonista. He caminado hasta 40 kilómetros y puedo aguantar de pie horas y días. Puedo esperar a que esta persona, parada frente a mi, usurpando mi carril, se canse y me ceda el paso.