Póster
Vio su nombre y su rostro en una pared. Lo descubrió mientras esperaba el autobús de las nueve. Tras el impacto inicial, se acercó a leer lo que decía: se busca, perdido en las inmediaciones de este parque. Si lo ve, llamé al número de tlf…
Se quedó hasta el mediodía, viendo cómo los transeúntes leían los avisos. Unos se interesaban en las masajistas, otras en los trabajos para cuidar niños o personas mayores, una pareja le sacó foto al aviso del apartamento que vendían a precio «de ganga”, algunos leían y comentaban del señor desaparecido en el parque, sin percatarse del parecido entre él y la foto pegada de mala gana en la pared. Así estuvo hasta que cayó el sol. En ese momento decidió regresar a su nuevo hogar.
Estupendo microrrelato. Marlenis tiene un enorme poder de observación de la realidad. Felicitaciones.
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Un abrazo grande para ti, mi estimado Rubén…
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