VEINTIOCHO DE SEPTIEMBRE
A Álvaro Rodríguez Pérez
Hoy, veintiocho de septiembre, a punto
de dar por terminado este desvelo
y dejarlo después en el País
de ese Nunca Jamás que retomamos
como nuestro los ínclitos viandantes
de estas calles dormidas del olvido,
bendecimos la lluvia, las heridas
en los dedos del pie al darle patadas
a las piedras-balones de fútbol.
Bendecimos la fiebre que tuvimos,
las raleras de gofio con cerveza
y la «ñema» de huevo. Bendecimos
las vacunas que criaron cual volcanes
en el brazos, los piojos, el vinagre
en la cabeza de los pobres para
matar los piojos. Bendecimos
el duro que nos daban al mes, el polo
en las butacas de los cines, las risas
vecinas de Mercedes. Los lamidos
de la perra, el lagarto al fondo
de la lata de aceite que murió
por amor a las cáscaras de un plátano
podrido. Hoy, veintiocho de septiembre
de un año turbulento.
Antonio Arroyo Silva (La memoria del roce)
Felicitaciones por tu texto que nos aventura en una oleada de paisajes y sensaciones.
Gracias por compartir. Abrazos de bienestar para todxs.
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¡AY, Antonio! Ese maravilloso País de Nunca Jamás, pero al que volvemos una y otra vez con nuestra imaginación y con nuestra pluma. ¡Qué maravillosamente lo has expresado!
Maruja Salgado
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