ANTONIO PADRÓN
He encontrado una mesa solitaria,
me siento a contemplar la arboleda
que desborda la tapia del jardín.
Pido un café y me pierdo entre las ondas
de la luz que de pronto se deslizan
a la plazuela. Sales de la orilla
blanca de un cuadro. Tú que no debiste
danzar bajo esta lluvia de luciérnagas
ni abrir las hojas de mi libro, Antonio.
Pero me viste asir aquella máquina
del pensamiento. Quiero sorprenderte,
renacerte pintando una esquina
de mis circunstancias. Y toparme
contigo bajo el periódico gastado
que aletea en la silla justo enfrente
de mí. Paleta en ristre: el color
que le falta a tu Piedad, el pie difuso
de una madre y el vacío que se quedó
sin pintar se derraman con premura
en mi café del mediodía. Sea azul
mi noche imaginaria de las doce.
Antonio Arroyo Silva
En Los círculos dorados, Plegar orillas, CCPC, Santa Cruz de Tenerife, 2021.
Comparte palabrayverso.com
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Felicidades, Antonio.
Me gustó mucho.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Estupendo poema a un gran pintor. Gracias, Antonio,
Me gustaMe gusta
Qué bien escribes Antonio. precioso y, de algún modo, entrañable poema.
Me gustaMe gusta