Cuentos de Ruth
He recorrido el ciego y largo sendero de la cruda noche,
bajo la fría sombra de los troncos, que emanan del cielo.
He mecido en las entrañas el cálido sabor del reproche
y llevo, sobre la piel, el dulce olor del abismal deseo.
He robado al sueño la duda que en el tiempo escondes.
He arañado, al ser, enjugando ensangrentados te quiero.
He naufragado en el océano donde la verdad se acoge.
He matado al amor envuelta, en la vida de algún infierno.
Me meto en mí, como la Luna riela en millón de colores,
en baldosas de sin razón, en ciegos témpanos de hielo.
En el bosque colgado adormezco la lujuria de las flores,
arropando musas, que en sendas bestias se perdieron.
Facebook: Megt Eugenia Tavío
Un poema profundo. Le sienta muy bien ese verso largo de 17 o 18 sílabas, que por su longitud permite la reflexión pausada. Mi enhorabuena, María Eugenia.
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Muchísimas gracias por la apreciación literaria sobre este poema, queridísimo amigo. Abrazos, besos y más besos…
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Desgarrador mi querida Eugenia. Un besote enorme mi niña.
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