Manda
¿Quién manda? Manda el dolor, y a partir de ahí, todo lo demás.
Manda el desierto sobre la montaña, mandan las leyes del universo sobre el cuerpo.
¿Manda el que habla o aún más, el que se calla?
Manda el ruido sobre el músico y sobre éste, el silencio macizo que lleva dentro.
Manda el ciego con su mirada vacía sobre los que dicen ven sin mirar.
Manda el grito y el gemido, el susurro sobre la palabra, manda la melodía sobre el que canta.
Manda el violento sobre la servidumbre pacífico, siglo tras siglo.
Sabio el que entiende lo que manda, engreído el loco que se cree que manda sobre lo que manda.
Manda el que asume, manda el que aún derrotado no se hunde.
Manda el que habla sin la palabra, sólo con la mirada.
Todo lo que manda lo hace sin usar la palabra.
Visto así ..nada de lo que manda extraña.
Me ha gustado mucho; parece ser que todos quieren mandar en este mundo, o en la vida cotidiana y, sin embargo, la palabra siempre está olvidada, con la tristeza del corazón.
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Estimada María José : Ante todo gracias por leerme, gracias por tu apreciación. Lamento el tono triste y vencido propio de este ingenuo alelado protagonista del relato que cae en el más prosaico de los materialismos..ojalá no fuese así. Gracias, nuevamente, por leerme. Los lectores dotan de significado la ambigua tarea de escribir. Salud y armonía.
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