Un artista en el corazón del fuego
El Parque Nacional de Timanfaya en Lanzarote es un lugar único, donde la naturaleza demuestra su majestuosidad en cada detalle de la tierra. Las montañas de César, un artista enamorado de su isla, se ha adentrado en la inmensidad de este territorio para dejarse envolver por la esencia de la vida.
Comenzó su andar sintiendo el calor de la tierra, agradeciendo el sol que lo acariciaba. César se sumergía en la belleza de los cráteres de lava, contemplando el rojo ardiente que yacía debajo de sus pies. Ese espectáculo de contrastes y la fuerza incontrolable que emanaba de la tierra generaban un equilibrio perfecto entre la naturaleza y el arte que daba color a su vida.
De repente, un sonido cortó la paz que lo rodeaba, era el timbre de su teléfono móvil. Era Timanfaya, el personaje que marcaría el inicio de su aventura.
–César, necesitamos de tu arte para inspirar a los visitantes. Estamos organizando una exposición y queremos contar contigo. ¿Te interesa colaborar?
–¡Claro que sí! Me encantaría poder mostrar todo lo que he aprendido y en lo que creo. La obra de arte que presentaré reflejará la fuerza que desprende este lugar, la vida que emana de la lava. Gracias por pensar en mí.
César estaba emocionado por la oportunidad que había surgido. Su obra sería una experiencia única, capaz de impresionar a aquellos amantes del arte y la naturaleza. Sin embargo, algo se interponía en el camino: el diablo.
–¿César, dónde vas? -preguntó el diablo, deteniéndolo en el camino.
–Voy a crear mi obra. Es una oportunidad única. El Parque Nacional de Timanfaya es el lugar perfecto para plasmar mi arte.
–No lo hagas. El arte no es nada sin la verdad. La verdad está en el fuego, la esencia de mi ser. Yo soy el verdadero artista.
César se sintió intimidado por la presencia del diablo, que tenía una presencia poderosa en ese lugar. A su alrededor todo era un caos: la tierra ardía bajo sus pies, la lava se abría camino y el cielo parecía oscurecerse. Pero César tenía un secreto, el amor que sentía por su hogar y la valentía para expresarlo en su arte.
–La verdadera obra de arte es aquella que se crea con el corazón y el alma, no con el fuego del infierno. Lo siento, pero mi camino es el de la verdad y la armonía con la naturaleza.
César caminó hacia el alocado altar de la naturaleza, emocionado por todo lo que le esperaba. Se sumergió en la inspiración que emanaba de cada rincón del parque, dejándose llevar por sus pensamientos y la magia de los volcanes.
Finalmente, su obra estaba lista. Un lienzo lleno de vida que representaba la fuerza de la naturaleza, expresada a través del arte. En su obra había logrado congregar la belleza, la emoción y la pasión que habían surgido en su corazón.
La exposición fue un éxito rotundo. Los visitantes se dejaron llevar por la fuerza arrebatadora que emanaba de la obra de César. Cada uno de ellos pudo sentir la esencia de la naturaleza y percibió la verdad que se encontraba detrás de ella.
El Parque Nacional de Timanfaya había cobrado vida gracias a las emociones expresadas en cada pincelada de la obra de César. Sin duda, se había producido un intercambio único e irrepetible entre el creador y el escenario de su obra.
José Vidal Bolaños
Interesante y bonito relato Vidal! Gracias
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