Gato
Inmóvil, sobre la cama,
sigue mis movimientos.
Solo su mirada se mueve
a derecha e izquierda.
Escrudiña mis actos.
Geografía volcánica
con un lago encantado
es el pelaje negro
con la mancha blanca.
Quizás un tapiz tejido
en noche oscura,
donde se extravió
una nube clara.
La rendija oscura
en sus ojos rasgados
me acecha desde los siglos.
Una deidad egipcia
que penetra lo incógnito,
leyendo las respuestas
que yo no me sé dar.
Rubén Mettini