Catedral sumergida

Medusa inmóvil, sumas capas
con pausada paciencia.
Te darán alimento las algas
y, aferrada a la roca,
olvidando las horas, un día pondrás
a tu creación punto final.
Como la criatura que cierra los ojos
ignorando la inmortalidad de su obra,
no verán tus ojos el cuerno de alce
de las ramas nutridas de calcio.
Morirás sin entender lo logrado.
Serás belleza pura bajo las aguas,
arrecife de coral, catedral sumergida
con los rayos de luz de la luna.