Paz
Aparcó el coche en un huequito del camino, lo cerró con la llave y se dispuso a andar hasta llegar al árbol más apartado, lejos del bullicio. El único que no protesta por sus lágrimas. A su alrededor siempre revolotea un ramillete de mariposas.
Paz
Aparcó el coche en un huequito del camino, lo cerró con la llave y se dispuso a andar hasta llegar al árbol más apartado, lejos del bullicio. El único que no protesta por sus lágrimas. A su alrededor siempre revolotea un ramillete de mariposas.