Donde rompes las olas
Despertar, en los campos horizontales de ojos olvidados. Despertar, con el canto de la madrugada de pájaros revueltos. Despertar, con la venida de cuerpos que se vuelven ciegos a sus pisadas. Despertar, invertida, con el retorcer de unas alas inacabadas en su destino. Despertar, el firmamento parece llorar la despedida. Despertar, evitarnos alientos confundidos por las ramas moviéndose a unas manos que sueñan con otras manos en la caricia de la belleza. Despertar, en la calma imperfecta de las horas.
Un poema en prosa cargado de símbolos. Me llega mucho: Despertar, en la calma imperfecta de las horas.
Maruja Salgado
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