Pasar en limpio




Muchas veces tuve que pedir perdón
y corregirme,
como quien borra una palabra
en un texto y la troca por otra.
Muchas, hablé demasiado y me arrepentí
del mismo modo que, en un cuento, 
garrapateé una página de más 
innecesaria.

Muchas veces tropecé con la misma piedra.
Caí y me levanté y volví a tropezar
como repetir, una y otra vez, un vocablo 
en renglones cercanos y no darse cuenta.
Unas cuantas veces rompí una pareja.
Tarde, quise volver atrás, gesto inútil,
pienso en esa falta de ortografía
descubierta en un libro ya publicado. 

Tengo la impresión de ser un borrador
con márgenes descuidados,
tachaduras y borrones.
Quisiera pasar en limpio el texto,
hacerlo todo más perfecto,
aunque ya no hay tiempo suficiente.
Me resignaré a este borrador
que, de manera imperfecta,
conforma mi vida. 

Rubén Mettini