Aprender, recordar y olvidar, de Ignacio Morgado

Una reseña de Roberto Iglesias
Ignacio Morgado, catedrático de psicobiología del Instituto de Neurociencia de la UAB, nos ofrece en esta obra de divulgación científica, un acercamiento al estudio de la memoria desde el paradigma de la neurobiología. Es decir, sostiene que, tanto la conducta como las capacidades cognitivas de un sujeto, provienen y residen en complejos procesos bioquímicos y genéticos de las neuronas. De este modo la memoria es concebida como una capacidad cerebral en un sentido holístico, es decir, como resultado de una acción sinérgica y colaborativa de varias zonas del cerebro: la corteza prefrontal y el lóbulo temporal medial, pero también, en auxilio y colaboración, el hipocampo, la amígdala, los basales, etc…
De esta forma, según Morgado, la memoria es concebida como un continuum psico-fisiológico donde ésta se encuentra íntimamente conectada tanto a las emociones como a los contextos y experiencias del sujeto. Y su vez dicha continuidad exige e impone hablar de la memoria en continuidad con el recuerdo y el olvido como fases necesarias entre sí.
Así pues la memoria es una actividad y un proceso biológico que excede en mucho la mera concepción de ésta como un almacenamiento de información (memoria a corto y largo plazo) Porque, indica, la memoria es, ante todo, un proceso dinámico que admite un feedback entre actividad del sujeto y transformación neuronal. Proceso al que hay que añadir un efecto doble e intrínseco de la memoria: el recuerdo y el olvido. Procesos que, además, atienden a rasgos evolutivos y pragmáticos. Es decir, olvidamos y recordamos por y para algo.
Por otro lado, menciona e insiste en un cierto descubrimiento novedoso: la conexión entre aprendizaje/memoria y el sueño, o lo que es lo mismo, dormir potencia y consolida la memoria, cimentando esas capacidades.
En los dos capítulos finales aborda, por un lado, la relación memoria y edad del sujeto; y, por otro, los elementos para facilitar el aprendizaje y la memoria (sueño , ejercicio y lectura).
Por último, en el apartado del Epílogo trata sobre las posibles mejoras en la educación y la enseñanza que se deslindan de las conclusiones que la neurociencia aporta a dicho ámbito y que, para sorpresa de muchos, insisten en algo que en la educación está siendo desestimado:
El entrenamiento de la memoria de trabajo y razonamiento (propia de la matemática y la filosofía)
- La guía del aprendizaje mediante preguntas relevantes
- La práctica sistemática del recuerdo por parte del estudiante
- La reconstrucción de lo aprendido
- Y el fantástico recurso de leer y comentar lecturas
- Exámenes y presentación de trabajos orales
Como conclusión, el ensayo de Morgado finaliza con este pequeño recordatorio:
“De los viejos maestros, aquellos que sólo disponían de una pizarra (…), deberíamos aprender todo lo que puede conseguir en educación incluso cuando los recursos disponibles son modestos”.
Roberto Iglesias
Muchas gracias.
Muy interesante.
Felicidades
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Gracias por el comentario. Conocer el cerebro es autognorisis
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Muy buena reseña. Gracias, Rober.
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