Soledad Oscuro, sin luz perfila el día en cada instante. Desde el abismo nada brilla ni da calor, siquiera late. No; la nada se instaló en el ombligo sin pedirnos permiso y, ya ves, hoy nada es cierto, sólo los recuerdos amarillos de antaño que se acartonan bajo los párpados. Ojos cerrados, muertos, yacen sin la esperanza de un mañana donde tal vez un rayo de sol nos despierte encarados a la vida. Inma Flores
Es muy bueno y hermoso, Inma.
Gracias por tu regalo.
Felicidades.
Abrazos
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Muchas gracias Nima, me alegra que te gusten mis versos.
Un abrazo.
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