El mundo donde vivo, de Hellen Keller

Una reseña de Roberto Iglesias
Hellen Keller ( Alabama, 1880 – Connecticut,1968 ) fue ante a mujer lúcida que a la edad de 19 meses, sufrió una grave patología , posiblemente una meningitis, que le produjo la pérdida total de la capacidades de audición y visión. Esa enfermedad la sume en un profundo ostracismo de rebeldía. Y solo será la llegada en 1887 de Anne Sullivan, una persona con discapacidad visual graduada del Instituto Perkins para Ciegos, quien la saque de ese encierro mediante la enseñanza del deletreo de palabras en su mano.
A partir de ahí y, año tras año, Keller irá formándose hasta llegar a ser escritora , oradora , activista política, sufragista y miembro de la academia estadounidense de las artes y las letras y también de la National Woman’s Party Industrial Workers of the World.
Este librito que presentamos hoy es pues una confesión autobiográfica donde reflexiona sobre sus limitaciones pero, sobre todo, sobre sus especiales capacidades sensitivas y perceptivas: ver con la mano, el poder “visual” del tacto, la interpretación de las vibraciones, olfato: el poder evocador de ese “ángel caído”, el poder intelectual del pensamiento analógico y al final, el mundo de los sueños.
Llama, además, poderosamente la atención, como gran logro, la capacidad que posee Keller de anticipar tesis propias de la neurociencia actual: ante todo cómo subraya el hecho de la plasticidad cerebral y potenciación de ciertas cualidades cuanto otras han sido anuladas así como ciertas tesis asociacionistas y analogistas cuando se refiere a la actividad propia de la actividad cognitiva.
Es pues, sin duda, una lectura muy aconsejable para todo estudiante de psicología o pedagogía pues la Keller ha venido a ser el ejemplo palmario y evidente de cómo la educación especial logra aflorar todas esas potencialidades aletargadas de las personas que poseen ciertas limitaciones, sensoriales o cognitivas, hacia la plena actualización y ejercicio de dichas cualidades. Logrando así el pleno desarrollo psico afectivo y laboral de esas personas.
Hellen Keller ha sido y será siempre vivo ejemplo de ello.
Roberto Iglesias
No sabía de la existencia de este libro. La Keller es un ejemplo de cómo sacar posibilidades de las limitaciones. Me quedó grabada la película sobre su vida, creo que se llamó «El milagro de Ann Sullivan». Gracias por esta reseña.
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Tus aportes siempre tan interesantes
gracias por tu lectura de la reseña
salud y armonía Rubén
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