POEMA TRASNOCHADO
Venía dando tumbos,
despeinado, desaliñado,
la mirada perdida y llorando.
Llorando y riendo
al mismo tiempo.
Venía que daba pena
y era todo lo que tenía,
vacías las manos, sin rumbo,
a tientas por los renglones oscuros
de la calle desierta.
Venía y no llegaba
la sangre al latido,
el aire al suspiro
y a pesar de la flojera
seguía buscando el sentido.
Venía a trompicones,
enredado entre tuneras,
encaramado en los riscos,
buscando la métrica,
el título lo dio por perdido.
Venía borracho el poema,
se había bebido las rimas,
andaba con los versos troquiados
y la estrofa perdida,
seguía en pie el poema… y venía…
aún le quedaba ritmo.
Pepa Marrero
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Gracioso el juego de sorpresa. Un poema que comienza como si hablara de un hombre embriagado y, luego, el lector comprende que está hablando de cómo se desarrolla el poema. Muy bueno. Enhorabuena.
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Muchas gracias, Rubén. Gracias por leer las entradas del blog y gracias por dejar tus comentarios tan valiosos. Abrazo.
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También los poemas surgen con el pie cambiado, pero aún así, alcanzan su objetivo. Gracias, Pepa, muy originales tus versos.
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Gracias por el tiempo que dedicas a leernos y gracias por tu valioso comentario. Abrazo enorme.
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