La desescalada
En un instante cambió todo,
la misma vida, el presente,
lo cotidiano.
En un instante fuimos uno
aunque los ojos que miraban eran muchos.
El miedo de apoderó de la garganta
y temimos perder hasta el recuerdo.
El latido atesoramos envuelto en terciopelo,
no nos importó anclarnos, sólo vivir era la meta.
Los meses han pasado, unos han perdido,
nosotros ganado.
A lo lejos hoy se observa
la nueva normalidad contrariada
por los rostros semiocultos,
las sonrisas inventadas,
y los miedos desterrados
sin mirar la encrucijada.
Ahora toca ser prudentes,
vivir casi de puntillas,
cuidarnos unos a otros,
velar por mantener viva
la llama de la alegría.
No permitas ni un instante
que el pasado se repita,
demos valor a la vida.
Por supuesto, demos valor a la vida. Gracias, Inma. Muy bonito.
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Gracias Josefa. La vida… los instantes… el placer…
No hay que perder de vista lo hermoso, a pesar de que a veces existen sombras. Un abrazo.
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