Biografía de Stanley Kubrick, de John Baxter
Una reseña de Roberto Iglesias
Esta biografía escrita por John Baxter periodista y escritor australiano (New south of wales 1939) resulta ser ciertamente especial por su enfoque. Porque más allá de centrarse en loa hitos típicos que se desarrollan en una vida , se centra en el peculiar modo de ser de Kubrick en su despliegue como gran director. Indaga con gran acierto y especial cuidado en mostrarnos los vericuetos intrincados y las luchas de poderes que envuelven el proceso total de creación de una película: toda esa maraña de pactos luchas y resoluciones que se entretejen como resultado de una continua lucha de poder en los diferentes ámbitos en los que ineludiblemente se tiene que ensamblar una película. Y en medio de toda esa maraña de tensiones y pactos surge, de entre la multitud de momentos, el perfil taimado y silencioso de un genio tanto en el arte de filmar como de manipular a todos los agentes del contexto fílmico , siempre a su gusto.
Kubrick la “tercera K” del ajedrez es retratado aquí sin piedad como si fuese un poliedro en continuo giro sobre su eje: lector voraz, fotógrafo consumado, ajedrecista temible, frío y ciego calculador de todo detalle. No es de extrañar que sus películas sean también resultado de su ética y estética, tan propia.
Esta biografía posee pues la gran virtud de retratar el mundo del cine por dentro y a la vez perfilar el especial modo de desenvolverse, por allí dentro, de un hombre “de altas capacidades” que deambula por dicha selva con el sigilo de una pantera al acecho y que, en cada acometida, logra imprimir su sello visual y rítmico con una originalidad propia de los grandes maestros.
La obra artística universal a veces bien parece ser una sublime sombra proyectada en el suelo, a partir de un ser humano a quien es harto difícil de contemplar con la misma serenidad que su obra.
Aun así necesitamos adorar sombras sublimes: el cine de Kurbrick.
Muy buena reseña de esta biografía. Mi enhorabuena a Roberto Iglesias. Sin duda, Kubrick quería tener todo el control de sus películas. Creo que esa virtud es su defecto, mucha gente considera que sus films emanan una frialdad y un marcado distanciamiento.
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