San Manuel Bueno, Mártir, de Miguel de Unamuno
Una reseña de Rosi García
Miguel de Unamuno tiene (o tuvo) la habilidad de introducirse en su propia literatura de una forma clara, nítida, como en el epílogo de esta obra, en el que cuenta que no sabe cómo cayó en sus manos el documento que la narradora de esta pequeña novela escribió acerca de su experiencia con el párroco de Valverde de Lucerna, quien amaba y no paraba de mencionar su montaña y su lago, la naturaleza como concepto vital. La fe no fe, el activismo, el sueño, la religión, la muerte, el amor, son conceptos impresos en esta pequeña novela o relato del catedrático rector de la universidad de Salamanca, pieza clave en la historia de la literatura y filosofía de nuestro país. Está catalogada como una gran obra maestra. Este relato contado por Ángela Carballino, una joven que se acerca al párroco que todo el mundo respeta, narrado a sus cincuenta años. Recuerda cómo cambió su relación hacia él, cuando le confesó su secreto, al que no dejó de respetar. Cómo su hermano, no creyente, también se acercó al párroco. El paralelismo con la biblia, ese Lázaro que se levanta y camina, que va de la mano del sacerdote. Solo hay tres personajes importantes en la obra, con nombres muy simbólicos, Manuel, Ángela y Lázaro. El pueblo es el fin, el objetivo, de la vida de Manuel. No despertar al pueblo, dejarlo creer, vivir y ser feliz, son las consignas del párroco para desarrollar su profesión. (¿Es la religión el opio del pueblo?). Intenta estar activo, ayuda física y espiritualmente a sus vecinos. Muere, a petición propia, dando misa. No podemos despojarla del momento en que fue escrita, 1930. Es importante tenerlo en cuenta, imaginarnos cómo la vida de un pueblo se configuraba alrededor de la parroquia, y cómo en el punto central, un sacerdote a quien beatifican, muestra sus dudas. Es muy interesante hacer ese análisis, partiendo del momento en el que fue creada.
Como mencioné antes, tan solo tiene sesenta páginas. La edición de Cátedra contiene un minucioso estudio de la propia obra, el cuál tiene más páginas que el mismo relato de Unamuno.
La recomiendo. Es una obra interesante con mucha miga, buena narración, diálogos y poca descripción. Te la lees en un ratito.