LANZAROTE
Los senos de mujeres ancestrales
Que crecen en el horizonte inalterable
Dan de mamar al mundo un río ardiente
Leche roja que quema, purga,
Se petrifica creando una nueva tierra
Y aquellos senos de eterna madre
Han alimentado con su nutriente
A una isla de piedra negra
A una isla que como el bebé que mama
Ha crecido extendiéndose sobre el mar
Un crecer inmortal que siendo acompañado
Por las leyendas de hombres perdido,
Por la obra natural de un pobre humano,
Por un ínfimo poema de un joven vagabundo
Ha esculpido a una dama de ébano vestida con blancas telas
Una dama que nos ve y saluda con la sensualidad de un desierto
Donde una lagartija se acobija en cada piedra
Donde cada lagartija acobija parte de una isla
La dama negra tiene por piel impenetrable lava seca,
La dama negra canta susurrando como un viento sonoro,
La dama negra encierra un alma ardiente como amor de madre,
Que abraza cuál el magma de volcanes
Abraza una tierra mientras la desola,
Siendo caricia de madre:
En simultánea armonía, arder y calma;
El morir de lava fronteriza con el mar;
La única esencia de una isla canaria
Cuando su silbar cantado escucho,
Cuando observo su piel de negra roca,
Siento tristeza
Siento tristeza al no encontrarme,
Al no hallar parecido con mi errante existir
Y melancólico sueño alcanzar su viento, su piel, su alma
-mi viento, las acciones erradas
Mi piel, el imperfecto horror
Mi alma, la sangre negra que se apropió de mí-
Solo espero que cuando mi existencia expire
Tú, hija navegante del Atlántico,
Me resguardes por instantes
En el interior de una oscura piedra de mal país
Un poema perfectamente construido. Hay unas expresiones como: dar de mamar, leche roja, senos de eterna madre, que haría de estos versos una delicia para el psicoanálisis. Mi enhorabuena.
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