Contemplando el mar inmenso
Contemplando el mar inmenso, de paseo por la playa, descalzo, solo, en silencio, renace en mí la esperanza. Con el rumor de las olas, que es música para el alma, con todo me reconcilio y entro en un mundo en calma. Una sonrisa es la Tierra, entrañable, hermosa, ancha, y la gente habla, y ríe, y el mundo entero se abraza. Un planeta sin fronteras donde conviven las razas, y da la impresión que habitan todos en la misma casa. Por eso, cuando paseo por la orilla de la playa, contemplando el mar inmenso, recupero la esperanza.
Foto: Isaac Padrón Molina