Todo lo ocupas tú

Todo lo ocupas tú

entre mi alma y mi desesperación,

como ese lodo que resbala

por cada hueco de mi corazón.

Tengo el amor cansado

de tanto pensarte en mis palabras.

Y tengo la boca mustia

de tanto escuchar a mi soledad.

Mis besos se han perdido entre los sueños

intentando alcanzar los tuyos.

Pero me encontré con tus labios rotos

partidos por una verdad.

Ni siquiera reconocí a tu sombra

cuando cruzaba la calle de mi olvido.

Grité tu nombre, pero tus manos huyeron

como palomas entre el fuego.

Te miré de lejos

cuando mis ojos te amaron de nuevo.

Tengo el alma cansada

intentando borrarte de mi silencio.

Ya no me queda sangre

para ocupar tu recuerdo,

ni saliva, ni deseos.

Solo quiero morir en tu pensamiento,

allí, donde tú estás

buscándome entre mis versos.

J.C. Luzardo