Enteramente una naranja
Soy una naranja, enteramente una naranja. Si me parten en dos no encontrarán semillas, no es mi intención reproducirme, sin embargo, a más de un árbol he hecho crecer de otras semillas y han dado por igual otras naranjas con semillas y otras mitades.
Si me parten en dos, repito, una mitad se habrá favorecido del cuchillo. Si exprimes esa parte no saldrá zumo sino dolor al filo de la ira y odio ácido. La otra parte la reservo y doy a quien yo quiera; si la saben exprimir sabrán que el dulce es un sabor que se regala y que en esta parte prescindo de ello; es tan sutil su gusto que muchos lo conocen solo cuando el zumo acaba y se consumen luego por la necesidad de volver a beber.
Soy una naranja, enteramente una naranja, igual que tú o aquel, igual que todos y es una falacia aquello de la otra mitad que complementa el fruto, cuando lo que hacemos en realidad es procurar el corte que coincida.
Qué bien te personalizas en esta fruta dulce y ácida. Fabuloso relato.
Me gustaMe gusta
Pareciera una parábola, un breve historia que nos da enseñanza sobre seres que pueden ser frutas que no esperan a su otra mitad. Me convence la fuerza del relato. No sé quién es Erich Estremera, pero los dos breves relatos que llevo leídos de este autor me convencen de que hay un gran escritor en ciernes.
Me gustaMe gusta
Muy bueno. Besos y abrazos.
Me gustaMe gusta