Las comedias eróticas, de Marco Vassi
Una reseña de Sasa Sosa
Marco Ferdinand William Vasquez-d’Acugno Vassi (1937-1989).
Profesor, psicoterapeuta, traductor del chino y editor, es también autor de doce novelas, entre las que destacan Dulces degenerados (publicado por Robin Book, 1990), La solución salina (La sonrisa vertical, 1996) y Las comedias eróticas (La sonrisa vertical, 1990). También es autor de múltiples cuentos y ensayos.
El caso es que este gran desconocido, al menos para mí, pensador y autor experimental, es considerado como uno de los grandes escritores del erotismo americano del siglo XX y un activista de la contracultura y la exploración del sexo en un momento en el que el puritanismo imperaba. «El sexo es la clave de las puertas del conocimiento», escribió.
Ignorante, yo no sabía nada de esto. Abrí el libro esperando una novela erótica al uso, suponiendo únicamente el deleite corporal. No encontré nada de eso, o al menos, no únicamente eso.
El libro está dividido en dos. La primera parte, que tiene por título Un cadáver de sueños (Fábulas eróticas para mentalidades radicales), es justamente eso, 12 relatos extremos que nos llevan desde el placer a la náusea sacudiendo tabúes a diestro y siniestro (Coprofilia innata, El enema, Follado a puño…).
La segunda parte, Una colección de huesos (Ensayos sobre la experiencia erótica), es un ensayo sobre lo que Vassi denomina ‘Metasexo’, algo distinto al sexo orientado a la reproducción, y da cuenta de todas las posibilidades del paradigma metasexual, muchas de las cuales él mismo practicó hasta el extremo. Su enfrentamiento al puritanismo es evidente cuando afirma que ‘(…) La Iglesia Católica ha decretado que ninguna mujer es lo bastante digna para sostener en sus dedos la hostia consagrada’. Me encanta. Yo añado que ojalá las mujeres cristianas se enfrentaran de una vez a esa evidencia.
Sobre el metasexo afirma:
La introducción del paradigma metasexual no es menos un cambio en la historia de nuestra comprensión en evolución. La gran mayoría de las especies no ha visto más allá de las restricciones condicionadas del número ‘dos’. E incluso aquellos en la vanguardia, teniendo sus orgías, todavía operan desde el punto de vista de un dualismo entre hombres y mujeres. Los más sofisticados se autoproclaman bisexuales, sin darse cuenta de que este es el callejón sin salida de esa visión de túnel particular. La única salida es ir adentro para sanar la división interna. Una mónada no tiene género.
Me gusta que en las historias, extravagantes, algunas tórridas y desagradables, hay un cierto tono de humor que no sé muy bien de dónde viene, pero que está ahí, puede olerse. Hay también profundidad, hay la necesidad de pararse a pensar y derribar tabúes. Hay un montón de cosas que no esperaba encontrar en una novela erótica. Así que se la recomiendo sobre todo a los curiosos, a los que están abiertos a dejarse sorprender sin dejarse abatir por prejuicios. Parece poco, pero no lo es.
Blog: Sasa Sosa – Cuentista Impenitente
Buena reseña mi querida Sasa, intentaré leerlo. Un besote enorme mi niña.
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Claro, pero te aviso que la segunda parte es bastante extraña, pero la primera a mí me compensa. ¡Un abrazo!
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No conozco este libro, habrá que leerlo. Gracias por la reseña.
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Gracias, pensaba que no te quedaban libros por leer…jejejejej!! ¡Un beso!
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Una buena reseña mi queridísima amiga Sasa. Muchos besos y miles de gracias.
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¡Qué buena reseña, Sasa! La verdad es que recomendaciones, buenas recomendaciones, para leer tenemos. ¡¡Gracias!!
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