Poemario ‘Poemas peregrinos’
Estoy pariendo muertos desde mi vientre cementerio,
y cada gestación me dura,
lo que tarda una lágrima suicida en arrojarse al abismo
[del olvido imposible.
Tengo las entrañas tan podridas de ausencia
que el pasado es el único tiempo que habito
y en mi interior, se han atrincherado hordas de gusanos
[hambrientos
ansiosos por devorar mi descendencia muerta.
Soy una mala madre y un, aún peor, padre
y reniego de unos vástagos que van secando mi corazón
[pútrido.
¡Ya no hay amaneceres sin eclipses ni noches en calma!
¡Ya no sé de risas vivificantes,
ni de caricias en las que no sienta frío y huesos temblando!
Ataúdes de ébano son mis suspiros,
que no dan a basto para tanta fecundidad exánime,
mis besos maternales se osifican y cándidos,
se posan en los rostros de las calaveras de mis retoños.
En esta necrópolis uterina, en la que me he convertido,
no hay concesión alguna para la savia,
y algunas veces,
no sé si a consecuencia de una depresión post-parto,
les miro fijamente a la oquedad paupérrima de sus ojos
[y les increpo,
pues muchos y a llegan siendo auténticos desconocidos para mí
y dudo de mi maternidad pero una madre, siempre es una madre,
y aún sin aliento ni fuerzas que me dé valor,
sigo agasajando a mi prole, esperando impaciente el día
en el que algún vientre, me acoja y me para a la muerte.
Ohhh mi querido poeta!
Es grandioso tu poema . En este caso te he visto como poeta maldito.
Es mamaleónica tú arte literaria; no porque pienses a ratos de distinta forma , sino porque dominas todas las tendencias. Con razón tienes tan diversos poemarios con su propio estilo cada uno que, estoy anhelante porque salgan a La Luz.
Enhorabuena gran poeta y amigo igual de grande.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Poesía necrológica la tuya en este caso. Me gusta la descripción que hace esa “madre” o ese camposanto que yo interpreto que habla de su condición de alumbradora de óbitos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias por comentar mi querido Edu. Besos y abrazos.
Me gustaMe gusta
Un poema que entronca con el romanticismo decadente que se gestó en Francia e Inglaterra a partir de 1850. La fascinación por la muerte y todas sus secuelas. Un magnífico poema que creo que, en Canarias, solo puede escribir así, tratando así este tema, Manuel Díaz García. Mi enhorabuena.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias por tus palabras mi querido Ruben. Un besote enorme mi niño.
Me gustaLe gusta a 1 persona
“Estoy pariendo muertos desde mi vientre cementerio”, guau, me encanta. Gracias, Manuel.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias mi querida Josefa Molina. Un besote enorme mi niña.
Me gustaMe gusta
Vida y muerte siempre envueltas en sentimientos contrapuestos…Precioso Manuel.
Me gustaMe gusta
Muchas gracias mi querida Inma. Un besote enorme mi niña.
Me gustaMe gusta