Breve deseo
Me acerca a sus labios y me enciende lentamente. Veo su rostro de cerca, su piel tersa, sus pupilas brillantes. La llama le ilumina las mejillas y su boca se llena de mí.
Sus labios se demoran en mi contacto, luego me apartan. Con su mano me aleja. Oscilo entre sus dedos, dudoso. Me afirma, me estrecha y siento el contacto de su piel contra mi cuerpo de papel.
Me aproxima una y otra vez a su boca, ávida de deseo. Estamos solos, ella y yo. En esta relación de tú a tú, me consumo y mi esencia penetra en su cuerpo y ella goza de placer mientras me quemo.
Mi deseo es el de ella. Mi placer es el suyo. Mi vida dura un breve instante y luego basta. Me aleja definitivamente. Sigo ardiendo pero es un estertor final. En silencio, en ligero humo fenezco.
Contra el cenicero de cristal me apaga, me aniquila y me sepulta entre mis propias cenizas.
Facebook: Rubén Mettini
Me encantó. Besos y abrazos mi querido Rubén.
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Me gustò mucho tu texto Rubèn. Eres un maestro en los textos breves. (… Y en los no tan breves tambièn).
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Muy original Rubén. A veces uno desearía ser ese cigarro de alguien, otras…mejor no consumirse en un tiempo tan breve.
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