Vela
Tajaduras y cuchillas,
esmeraldas terrazeadas,
un borde de carretera
surge bajo el seco sol de noviembre.
Magnética mana la vía,
suave, indeteniblemente,
buscando el rocoso talud de la costa,
entre jalones de trinitarias,
como puños de bruñidos sueños,
como sus recuerdos.
Surge entre los túneles, los puentes, las curvas,
tersa maroma o luchada acróbata,
batiendo los barrancos bizarros.
El celaje encapota al mar
y, al fondo, al fin,
un perfil, bajo el cristal empañado de la lluvia.
Dime, fragata,
¿cómo terminarán tus olas?
Dime, vela,
¿cuándo dejarás de sembrar océanos?
A lo lejos, rezumando,
Las Palmas nace.
Facebook: Martín Abreu
Gracias or compartir tus versos Martín. El nacimiento de una isla…
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Si, tambien las islas nacen de las manos de los hombres
y del vientre de las mujeres
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