El maestro y Margarita, de Mijaíl Bulgákov
Una reseña de Josefa Molina
Sucede que, a veces, llegan a tus manos obras literarias de esas que deseas que no acaben y a la vez, estás queriendo que finalicen para poder entregarte al paladeo de su cierre. Sucede que, a veces, la lectura es casi mística y logra sumergirte en el laberinto de los sentimientos y de los acontecimientos en los que los protagonistas de las novelas están inmersos ajenos a ti. Sucede que, solo a veces, un texto te inunda y te atrapa en su propia esfera imaginada y, por momentos, desapareces de tu esfera real.
Pues esto que, a veces, sucede me ha sucedido con ‘El maestro y Margarita’, de Mijaíl Bulgávok, (1891-1940) considerada por muchos como una de las novelas más importantes del siglo XX de la antigua URSS escrita en lengua rusa.
Mijaíl Bulgávok
La historia está escrita como si de tres tramas paralelas se tratara: la historia de amor entre el maestro, un escritor frustrado y su amante, Margarita; los últimos días de Jesucristo y las dudas de Poncio Pilatos, y los dilemas creativos del poeta, Iván Nikoláyevich, que firma como ‘Desamparo’ . La obra nos relata las peripecias que genera un acomodado, amable y galante – e incluso, en ocasiones, hasta bondadoso- Satán, llamado Voland, en el Moscú de los años 30. Voland se hace acompañar por un trío de locos diablos menores en los que destaca la figura de un gato gamberro llamado Beguemot, o hipopótamo en ruso, o adaptación del Behemoth, criatura diabólica mitológica. Sin duda, todo un desafío en la Rusa ateísta de la época.
Ilustración de Alfonso Barrera
Narrada con una gran maestría, Bulgávok, parece ser que inspirado en el Fausto del alemán Goethe, describe escenas muy divertidas, locas en muchas ocasiones y con una gran carga de surrealismo que me recuerda a varias películas del género solo que, tengo que decir, filmadas con bastante menos menos brillantez que las descritas por el autor ruso en su novela.
Como anécdotas, les cuento que el viejo apartamento de Bulgákov, en el que se sitúan partes de la novela, se ha convertido en un objetivo de grupos satánicos moscovitas y de admiradores de autor ruso desde los años ochenta, por lo que ha sufrido varios tipos de graffitti. Parece ser que hoy el apartamento alberga un museo sobre la vida y obra de Bulgákov.
Además, se dice que el grupo británico The Rolling Stones, dedicó su trabajo ‘Sympathy for the Devil’ a honrar este libro. Cierto o no, el asunto es que, sin duda, esta obra es una de las mejores que le leído y puedo decir, sin temor a equivocarme, que para mí, Bulgákov es uno de los grandes.
Así que, escrito lo escrito, estamos antes una gran obra que les recomiendo, de corazón, a leer con los ojos abiertos y dejándose llevar por la magia de una narrativa brillante y única: la de Bulgákov.
Facebook: Josefa Molina
Entran muchas ganas de leer esta novela con la brillante reseña de la escritora Josefa Molina. Me gusta mucho la imagen del gato maldito. Enhorabuena.
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Mil gracias, Rubén, por comentar, querido Rubén. Abrazos!
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