Buscando a las palabras
Las pintojas escribientes, otrora inmaculadas, hicieron mover, al compás de un melodioso deseo, a diez obedientes retacos que no paraban en plasmar aquello que mi pacata mente les transmitía, haciendo brillar lo que otrora pasara totalmente desapercibido, sin el resplandor de las estrellas que bajaban a sentarse, en torno al hogar, a escuchar los cuentos del abuelo. Escucharon la dubitativa llamada, la de una rebelde trompeta que sonó bajo el fulgor de las tímidas estrellas mientras intentaba encontrar a las palabras que se habían extraviado.
Al pensarte, al sentir tus jadeos, las notas que escuchaba vibraron en un espacio de quietud en el que incluso Behemot, con su forma de mamut, quedó totalmente relajado, a la escucha, ¡todo era paz en aquel lugar inventado!, y yo dejé volar a mi mente, ¡jamás la ato a mis temores!, yéndose a platicar con Tritón, que celebraba unas calendas en nuestra playa, en la que solo recalaban a retozar los amantes de quimeras. Las notas, de repente, se solidificaron para que por ellas yo transitara, siempre junto a ti, de tu mano, sin tocar el polvo del suelo. Unos minúsculos drakes, que por allí volaban bajo la luz de las tímidas estrellas, sabiendo que la historia me encantaba, aplaudieron, a rabiar, lo que allí vieron.
Envidio, sanamente, mis manos y mi boca y mi mirada…, ¡mis manos!, esas que te tocan antes de que pueda disfrutarte; ¡mi boca!, esa que te dice que te ama; ¡mi mirada!, esa que se adelanta a mi deseo. ¡Cada pisada que se te acerca yo quisiera ser!
Facebook: Juan Francisco Santana
Fascinante mi querido amigo.
Enhorabuena!!!
Besos.😘 💜
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Te estoy inmensamente agradecido mi queridísima amiga Carmela Linares. Muchos besos y abrazos y te deseo un lindo descanso. Muchísimas gracias.
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