¡A table !

Tres calidades de carne en el menú.
A la mesa, nueve adolescentes.
El día estaba barnizado de sol,
el aire de cristalino iris.
Aromas de tomillo revoloteaban por los platos.
Tufillos de asado.
–¡Beurk!…
¿Otra vez carne?
Soñábamos con pescado a la plancha;
y para postre: Flan ¡Es domingo!-
dijeron los niños pensionarios.
En Sarajevo
otros niños nada saben de fechas.
Para otros niños
cada día puede ser el último.
En Uganda los han eliminado a palos.
En Biafra los asesinan con el hambre.
A los kurdos en nubes de gas.
En ciertas calles del mundo
hordas de cazadores
aúllan tras infantes de nadie
perdidos por las cloacas.
En otras ciudades,
de bronquios emplomados,
pululan drogadictos infantes,
que por un plato de lentejas
ejecutan para la mafia.
¡A table!, en mi casa,
nueve niños bien vestidos
dijeron ¡beurk!
viendo tres calidades de carne.
El día estaba barnizado de sol
y el aire de cristalino aire.
En el jardín el sauce lloró más que nunca.
Sentí que me ahogaba en las lágrimas de todos los niños-esqueleto
de la Tierra.
Texto e imagen: Francisco Lezcano Lezcano
Un poema con una gran carga de tristeza y de crítica social, los que tienen en demasía frente a los que apenas tienen o no tienen nada, una triste realidad. Gracias, Paco, por tu poema. Besos!
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El azote del hambre nos llena de tristeza en este poema-denuncia de Francisco Lezcano. Una llamada de atención para que tengamos en cuenta a esos otros niños, que son demasiados. Un abrazo GRANDE.
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Una gran reflexión. No sabemos la suerte que tenemos de poder educar a nuestros hijos en este mundo, aquí, en esta Europa que amenaza desgajarse… ¡¡pero qué suerte tenemos!! y debemos poner todos los granitos de arena que podamos para cambiar la suerte de esos otros infantes no tan favorecidos por este sol que barniza los tiempos. Gracias por este apunte de vida.
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