Dijo adiós
La vida en hilo aún sin volar a su cielo gris. El corazón en un puño sintiendo sus últimos latidos en cada amanecer. El amor a flor de piel exhalaba en cada suspiro. Decir adiós, para qué si ya había partido antes de entrar. Su felicidad le hacía infeliz. Su mundo, no era el suyo. La alta barra de su ego, nunca pudo superar. Nunca estuvo de verdad. Good bye, good bye.
Facebook: Carlos Aguiar Mora