La delicadeza, de David Foenkinos
Un reseña de Josefa Molina
“Nadie lo había besado nunca así, sin concertar antes cita con sus labios. Era esa magia lo que lo había conmovido hasta las lágrimas. Y ahora: hasta las lágrimas amargas de la decepción” La delicadeza
“La vida son sobre todo momentos de borrador, tachones y espacios en blanco” La delicadeza
Vale, me declaro lectora fiel de David Foenkinos. ¿Cómo no me voy a declarar mi fidelidad con frases como éstas?
Hace escasamente unas semanas y en este mismo blog, publiqué una reseña sobre ‘Charlotte’, la última novela de este autor parisino que en apenas unos años ha logrado hacerse con los principales reconocimientos y premios literarios del país vecino. Y puedo decir que, aunque los reconocimientos literarios constituyen, sin duda, un elemento para valorar la calidad de un escritor, tengo que confesar que, aunque no tuviera ningún premio literario, me declararía igualmente seguidora de su escritura. De todas todas.
‘Charlotte’ (premio Goncourt des lycéens, el premio Renaudot y el Globo de Cristal a la mejor novela ensayista del año) fue el descubrimiento y mi primer acercamiento a la obra de este estudiante de la Sorbona y músico de jazz, pero la sensación de no querer acabar La delicadeza, ese desear no terminar la lectura del libro, ese anhelar que llegue la noche para tumbarme en la cama y leer solo un par de páginas para retardar el ‘trágico’ desenlace de llegar al final del texto, pues qué quieren qué les diga, eso es lo que he sentido con esta novela de Foenkinos.
Contar una historia de amor y desamor, de recuperación de una existencia derruida tras la muerte de un ser amado, de descubrir que aún se puede volver amar cuando ya no se espera, podría ser, a priori, un tema muy trillado, el argumento de miles de historias literarias (y de la vida misma). La diferencia está en cómo se cuenta esa historia; en la perfecta escritura sumada a los guiños de humor y de ironía con la que se hilvana la narración, pero sobre todo por la inclusión de dosis de ternura, de delicadeza en el texto, hace que el libro sea, ¿cómo decirlo?, redondo. Y ahí está la magia de la escritura, el valor de una gran novela.
Vale, vale, podría ser exagerada en mi apreciación – que, evidentemente, es la mía – pero les invito a leer y juzgar por ustedes mismos. Hay lectores para cada escritor, pero Foenkinos, señores, solo hay uno, y es el autor de La delicadeza (éxito en ventas, superando el millón de ejemplares vendidos; alabada por los críticos y traducida a más de 30 idiomas).
Por cierto, el autor y su hermano, Stéphane, llevaron al cine esta obra, nominada a Mejor ópera prima y mejor adaptación en los Premios César 2011. No la he visto -pero lo haré- y, ciertamente, ¡menos mal! porque mi opinión en ésto es leer siempre primero la obra literaria antes de ver la película. Así que lean primero la obra: no dejen que el cine les robe la magia de imaginar a los protagonistas. Sería una pena.
Facebook: Josefa Molina
Muchísimas ganas de leer a Foenkinos, a quien nunca leí. Muy buena esa frases sobre la vida como frases en borrador, tachones y espacios en blanco. El secreto de tus reseñas, Josefa Molina, es que siempre haces apasionante tus recomendaciones. Te felicito. (Yoly me dejó un rato su portatil y puedo escribir estos comentarios).
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Muchas gracias, Rubén, por tu comentario. Y si te he animado a leer a Foenkinos, pues ¡genial! Ese es el objetivo de estas recomendaciones. Un abrazo!!
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Me ha encantado tu reseña. Buscaré el libro para leerlo. Muchas gracias, Josefa.
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Muchas gracias a ti, Rosi, por leerla. Y si te ha motivado para leer el libro, genial, ese es el fin perseguido. Un abrazo.
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