El amante, de Marguerite Duras
Una reseña de Inma Flores
Marguerite Duras (seudónimo que toma en honor a la comarca del padre), cuyo verdadero nombre es Marguerite Germaine Donnadieu, nació un 4 de abril de 1914 en Gia Dihn, en los arrabales de Saigón, un territorio enmarcado por el río Saigón y el delta del río Mekong. Es hija de dos profesores franceses de la comunidad blanca en Indochina. Cuando la niña tiene pocas semanas su madre, Marie Legrand, cae gravemente enferma y es repatriada a Francia durante los siguientes ocho meses, siendo el bebé cuidado por sirvientes vietnamitas. Cuando regresa la madre, al año siguiente, es el padre el que cae enfermo y tiene que partir a Francia durante los dos años siguientes. Su padre morirá pronto y quedará con su madre y sus dos hermanos: el perverso y el amado, que aparecen con frecuencia en su obra.
Desde la aparición de su primera novela Les imprudents hasta la publicación de El amante en 1984, que obtuvo el Premio Goncourt, pasan más de 40 años, por lo que Marguerite Duras tiene ya 70 años cuando alcanza la gloria definitiva. Esta obra fue llevada al cine por el director Jaen Jacques Annoud en 1991.
Este clásico de la literatura erótica rompe los esquemas de la literatura y de las costumbre de su época, atrayendo al lector a disfrutar de él «de un tirón». Posee una base autobiográfica, donde Marguerite nos narra su iniciación al deseo, al amor y al odio, tres sentimientos que aparecen de forma constante toda la historia, desde su comienzo hasta el final de la misma. Esta novela, a pesar de la sencillez de sus palabras no es fácil de leer, es decir, de leer de forma relajada, sino que invita al lector a plantearse con frecuencia, y a descubrir, que no existen límites en el amor, presentándonos a una Margarite fría y calculadora, pero que al final, al descubrirse los sentimientos que la embriagan realmente, vemos una protagonista más humanizada.
La historia transcurre en Indochina, cuando era colonia francesa, a finales del siglo XX, aunque la escenas del final ocurren en París. La protagonista y autora es una joven quinceañera, de familia francesa aunque nacida en Indochina que despierta demasiado pronto a la madurez, comenzando una extraña relación de atracción y amor con un rico comerciante chino bastante mayor que ella, de veintiséis años y cuyas familias no entienden y rechazan, por lo que los amantes continúan viéndose en secreto y siempre atraídos por una fortísima atracción sexual, más que amorosa en sí misma. También nos describe su relación con su madre, que está enferma y algo loca, y sus dos hermanos, uno de ellos (el mayor) violento, egoísta y cruel y el otro (el más pequeño y amado) débil y temeroso.
La obra está narrada con un ritmo entrecortado, sin capítulos, empleando párrafos cortos y bien elaborados, además de utilizar en ella frases breves y concisas con las que entrelaza la forma desordenada los recuerdos de la protagonista y a la vez autora, a los que nos lleva casi sin avisar y con mucha rapidez en una especie de vaivén a través de todo el tiempo en el que transcurre que hace que la lectura resulte ágil y amena.
Les invito a disfrutar de la obra.
Facebook: Inma Flores
Maravillosa Obra de Duras… que además se ha hecho en película, aunque sigo recomendando como Inma Flores, el libro, es maravilloso.
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Muchas gracias por tu comentario Mayte. Un libro que merece la pena «degustar» amalgamado con recuerdos propios e incluso sueños.
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He aquí la película que se hizo de la novela:
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