OLVIDO TEMEROSO 

Llanto escondido moja el alma. 
Juntos viven la misma espera.
Luis Cernuda 

Está sentado, sin camisa, 
salando aceitunas:
Les zaja su barriguita
y las arroja a un bote relleno de agua y sal.
Reparte el pan de madrugada, 
cuando todos duermen
su relincho de sueños quebrados, 
y esperanzas descosidas. 
A menudo repara las tuberías, 
para que el líquido sagrado siga
apagando la sed encasquillada en las gargantas.
Es adicto a los payasos de la tele, 
al humor cotidiano que brota
en el crucigrama de los días. 
Ha trabajado desde su canción de cuna, 
y despedregó terrenos al peso del mediodía, 
cuando el sol clava sus uñas amarillas
sobre la piel de un niño de diez años,
Ahora vive sumergido en un olvido temeroso, 
cambiando sin cromos el orden de los días,  
en la torre torcida que edifican sus palabras. 
Papá lo ha olvidado, 
aunque apriete mi mano 
y desconozca
el llanto escondido que moja el alma,
juntos los dos, viviendo la misma espera. 


Román del Pino González