Han cortado los laureles, de Édouard Dujardin

Una reseña de Roberto Iglesias
Édouard Émile Louis Dujardin (Saint-Gervais-la-Forêt, 10 de noviembre de 1861-París, 31 de octubre de 1949)
Si bien escribió poesía simbolista , y relatos fantásticos, ensayos religiosos y obras teatrales.Su reconocimiento mundial está ligado a sus novela: Han cortado los laureles (también traducida como Los laureles están cortados), publicada por primera vez en 1888, considerada como la primera novela que utiliza el monólogo interior como recurso narrativo. El monólogo interior consiste en una técnica narrativa en la que uno o varios personajes se expresan sin que tenga que intervenir la figura del narrador. Es decir, el autor relata en primera persona los pensamientos del personaje, permitiendo al lector acceder a ellos en el momento en el que se producen.
Dicha obra fue muy aclamada por el escritor irlandés James Joyce, quien la consideraba como una de sus grandes influencias literarias.
Esta tendencia proviene originariamente de la reflexión apuntada ya por William James en su investigación The Principles of Psychology (1890). Quien anota :
[…]” no es nada unido; fluye. Un ‘río’ o una ‘corriente’ son las metáforas por las cuales se describe de forma más natural. Al hablar de esto más adelante, llamémoslo la corriente de pensamiento, conciencia o vida subjetiva.”
Estas intuiciones psicológicas penetran y adquieren forma en la literatura de la mano de Dujardin y James Joyce (Ulises) , Virginia Woolf (Las olas), Miguel Delibes (Cinco horas con Mario), Martín Santos (tiempo de silencio).
El arte sigue siendo, pues, una imitación de la vida.
Creo que la corriente de pensamiento o diálogo interior, enriquece mucho la obra literaria; es una maestría emplearlo de forma ajustada y que además, no reste claridad al relato.
Maruja Salgado
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