FOTO-RELATO Noche de insomnio en Buenos Aires

Noche de insomnio en Buenos Aires

 

Siglos pasarán hasta comprender la culpa,

la banalidad de lo hecho.

Pecho, quemado, desbordado.

Del ridículo que sentimos.

Y no nos despertamos.

 

Equilibrista de rencores, indignaciones.

Funambulista de nuestra monotonía.

Que no sabemos si disfrutamos la pereza o si no nos importa teñir el suelo.

 

La infancia pasó anoche.

Mientras no podías dormir.

La adolescencia ocurrió anteayer.

Eso nadie te lo quita.

 

Hoy fue mi primera vez.

Hace un suspiro.

Superficialidad.

Respiras y ya te has ido.

 

Y nos distanciamos.

Y contemplo los balcones de enfrente.

Y cada vez nos acostamos más tarde.

Miramos más pantallas.

Respiramos menos el aire.

 

Sé que perdemos el tiempo

Sé que no escuchamos lo que pasa afuera.

He entendido que cocinamos mucho solos.

Que hay quien se quiere mucho.

Y que mucha gente duerme en la calle.

 

Que nos asomamos menos al abismo de la aventura.

Meditamos mucho el hecho de atrevernos.

He sabido que no te ubicas.

Que te acuerdas de mi aunque no nos hablemos.

He sabido que pensamos de más.

Que repetimos las mismas canciones.

Ya fumamos también a solas.

 

He sabido que sé más que antes.

Que ojalá nos conociéramos ahora.

 

Y siguen siendo las 4 de la mañana.

Y sé que tú andarás desayunando.

 

Y que me arrepentiré de haberlo recordado.

 

He sabido que he repasado todo nuestro otoño,

 

en un solo segundo de este reiterado insomnio.



Laura Castillo

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s