El viaje
La guagua pareció detenerse un momento y divisé los mares. De color azul cielo, los tonos despertaron mi imaginación y mi olfato. Sentí que ya me iba acercando al lugar adecuado, a Agaete. Había dejado atrás Guía y la preciosa ciudad Jacobea de Gáldar .
Me da tiempo para pensar en mis logros. No es un problema importante, sino una sensación de paz de que tengo que ir al lugar correcto y la certeza absoluta de que el resto de mi viaje no será solo. Un compañero tan esperado siempre se unirá a nosotros.
Invertir dinero en experiencias intangibles que merezcan la pena, romper con la rutina, combatir el aburrimiento. No valen las excusas, ponte la mochila y déjate llevar, sin mapa, sin guías, sin señales, sólo con las ganas me vale.
José Vidal