¡Vibra!

Parece quieto 
roto, como
absorto en su silencio
Lo inerte en su quietud
de paciencia detenida
Así llamamos los vivos
a todo lo muerto
¡Qué engaño! 
Qué soberbia
de aquel que observa
y desde su mirada
señala ordena y dictamina:
Son las 3: a comer
Son las 5: hierve el té
A dormir porque es de noche
Cinco más cinco: ¡diez!
No es cierto
Todo lo muerto vibra
Oculto su pulsar
Trémulo crepita como latiendo 
La materia oscura
en su oscura mismidad
Posee una voz muda
solo que vibra
Vibra allá profundo, 
profundo
su palpitar que no respira
su oscilación armónica
ignorada y conmovida
Sí, lo inerte,
lo mineral
existe para sí, 
allá adentro 
donde el ojo
no tiene acierto
y vibra
lo inerte
que llamamos muerto
¡Vibra!
¡Vibra!
¿Qué es, si no, todo esto
armonía musical
donde todo vibra?


Roberto Iglesias