DEMASIADO HUMANO
Asistimos a diario a este
cataclismo de silencios.
A la sangre derramada,
por las disuasorias calles,
un día y otro también.
Ahora es siempre cada día
en la sala de espera
de un mañana cualquiera.
Mientras el aire huele
a flores muertas,
la vida se desvanece en
este irreconocible destierro.
Quizás este asesino silencioso
nos atrape a todos,
nos ahogue lentamente
con sus manos.
Hoy el día exhala su propia disnea.
La muerte viaja sin decir adiós,
y la vida se teje indeleble,
en las paredes de sucios
hospitales con olor a desahucio.
Miradas buscando asilo
en el tiempo más absurdo
de esta vida sin nombre.
Es buenísimo Eduardo. Me encantó .👍🏽♥️🌺
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Millones de gracias Carmela encantado de que te haya gustado, un abrazo grande de corazón
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Me gustó mucho el poema.
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Precioso, Edu. Con esa sensibilidad continúas hurgando en nuestro interior.
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