La compra
Después de 20 días de confinamiento salió a la calle. Fue a comprar un poco de fruta y verdura a la tienda del barrio. Se vistió con una camiseta de manga larga, un pantalón vaquero, playeras y los guantes. Sacó el coche del garaje para darle algo de vidilla; dándole la vuelta a la manzana.
Llegó al establecimiento. Estaba vacío.
Se sintió como las grandes artistas, cuando cierran las puertas para atenderlas sólo a ellas.
Un gracioso microrrelato. Me hizo acordar de esa película de Buster Keaton o de Chaplín en que, siendo muy rico, sube a una limusina, la hace girar y se baja en la casa de enfrente a la suya. Enhorabuena.
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