Martillante gemir
El sempiterno deseo
inacabable y duradero,
el que torna y retorna
porfiadamente…
el único, nuevo y brioso…
el ansiar, sin medir;
el martillante gemir
desborda e inunda…
campo y ciudad;
y sin horizonte cierto
se arroja sin permiso
por cornisas y arabescos,
encontrando sin saber
la turbulenta y entrometida…
paciencia…desvanecida.