Ausencias
Al final la partida convirtió lo gris en humedad y la congoja en llanto…
Trenzo la lluvia el río marcado desde tus ojos a tu boca, y yo, decididamente me ahogue en el recuerdo. Como se emborronan las cartas de amor suspensas en el tendedero de la desidia, un monstruo con hambre de abriles, convirtió mi caja torácica en simples jirones.
La ventana es un mapa de gotas que se abrazan emborronándolo todo; tu espalda, el frío, el postrero adiós.
Se muto la calma en vela, la prisa en no tener ganas de volver, y las esquinas se doblan cóncavas en el principio del propio final -el final- como un doloroso bálsamo de ausencia y espuma. Regresarán los abriles a tu cálida piel de eterna primavera, vendrán como los vencejos resuelven su doctrina de cielos, las ganas primeras. El tiempo del pasado mañana es como una cortinilla del siglo pasado, y anclado en el ayer como un árbol sin ramas avanza el invierno con el frío gris mundo que solapa a la prosa con las incontenibles ganas de olvidarte.
Un microrrelato con una alta carga poética. Diría que es poesía en prosa. Muy bien trazado y con una frase final «las incontenibles ganas de olvidarte» de mucha fuerza. Mi enhorabuena.
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Bello, Adolfo. Gracias por compartir con nosotros.
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Me ha gustado mucho Adolfo. Intenso en su trazo por el tiempo.
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