Fijación
Desde pequeño el mar se le metió en los ojos. Decía que si algún día dejaba de verlo, se moriría. Construyó su casa frente océano y trabajaba en el Puerto pesquero. En la guagua se sentaba en los asientos que daban al azul infinito. Su familia le decía maniático y sus amigos que estaba loco perdido. El último martes de noviembre un temporal cubrió el pueblo y las calles se inundaron, el transporte colapsó y la parada se abarrotó de gente intentando huir de la lluvia. Ese día no se pudo sentar al lado de las ventanas que daban al mar. No logró verlo durante el trayecto. Diez minutos después llegar a su casa, cansado de tanta montaña, bajó en el barranco y se lanzó al fondo. Tal vez en el fondo lograría ver el mar.
Facebook: Marlenis Castellanos
Inquietante y cuestionador, como todo lo tuyo
Me gustaLe gusta a 1 persona
ME GUSTA
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me gustó mi querida Marlenis. Un besote enorme mi niña.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Y es que a veces, solo nos falta un impulso para seguir viviendo o…para morir
Me gustaMe gusta