FOTO-RELATO Una excursión. De Artenara a Tamadaba

Una excursión. De Artenara a Tamadaba

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Me atrapó el otoño

una mañana.

De improviso,

plata evanescente

envuelve

los dorados y ocres

de los árboles perdidos

cobijados

en el pinar.

Me atrapó el otoño.

Las agujas

largas y verdes,

esconden en la gasa

aquellas miríadas de cristales

que hace nada

el sol les regalaba.

Una suave aceptación

entra en mi ánimo

y me rindo

ante la otra cara,

inevitable,

de la belleza.

 

Maruja Salgado

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