Buscando el Norte
Al amanecer, el barco cruza el mar. Lo ve desde la azotea y le gusta imaginarse las historias de los pasajeros. Cada día escoge un personaje, le pone rostro, cuerpo, ropaje y le da una razón para subir a la nave. Diariamente vive una historia de amor, de desamor, de encuentros y desencuentros, de alegrías, de trabajo, de rutinas, de paseos cortos o de largas y ruidosas vacaciones. Hacia las cinco de la tarde, el trasatlántico viene de regreso. Caminando por el malecón, lo sigue con la mirada y finaliza el relato iniciado al alba. No sabe a ciencia cierta definir los puntos cardinales, pero en la mañana, el barco navega hacia la izquierda; de regreso, hacia la derecha. Nunca en su vida supo precisar hacia dónde quedaba el norte…
Facebook: Marlenis Castellanos
Un precioso microrrelato. A mí también me pasa que no sé definir los puntos cardinales y, a veces, creo que el sol se levanta por poniente y se oculta por levante. Es algo más que un juego de palabras. Felicitaciones, Marlenis Castellanos por escribir tan bien.
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