Cuando regreses
Cuando regreses
el frío será tu enemigo
La noche tu única aliada
y el silencio, nuestro adiós definitivo
Cuando camines sin entender dónde quedó
la denostada palabra
Hacia dónde marchó
el infinito y la esperanza
Quién engañó
al tiempo y a su compañero
de viajes
Y, tal vez, el río
sea la frontera de
cualquier mañana
incauta y mentirosa
Cuando regreses
-ay, cuando regreses-
los límites morderán
con una rabia desmedida
y el fin será el principio
de este inmortal precipicio
Atrás habrán quedado
los libros abiertos
las páginas en blanco
el limbo de los no nacidos
Y todo sabrá a nada
Y nada sabrá a infinito
Y rodarán camino abajo
cualquier vestigio de este olvido
Cuando regreses…
-ay, cuando regreses-
Tú ya habrás muerto
Y yo, no estaré contigo.
Los versos de Josefa Molina parecen fluir como una corriente de conciencia imparable. Todo el poema tiene una naturalidad inefable. Felicitaciones.
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Muchas gracias, Rubén, siempre por tus comentarios tan amables. Me alegro de que te guste. Abrazos mil!
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Bello Josefa
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Gracias mil, Ana, por pasarte por aquí y comentar. Un abrazo grande!
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