Niño inmigrante
Tu mirada
dos estrellas insondables
que el aire
largo y aplastante
del desierto
no ha resecado.
Ni las inciertas noches
de mar y sombras
de mar y patera
de mar y sed
han apagado.
Más allá del chaleco reflectante
Y del cobertor dorado
vacía toda esperanza
tu mirada.