Para volver a casa
Me basta, cerrar los ojos e inventarme
Sentir el tacto dulce de la mano de Sara
Oír su risa, absurdamente adulta, en sus dientes de leche
Mirarme al pie del Ávila, ya entonces sin resuello
Saludar a la Virgen de Loreto y seguir adelante
hasta la cima
Para volver a casa me basta la mirada de mi hermano
La mano firme de Fran entre las tumbas
El colibrí que siembra en mi jardin ajíes
El sabor de mi gente triste y empecinada
alegre y rota
Para volver a casa tengo tantos caminos
Que cualquiera me basta
Para volver a casa
Precioso mi querida Ángela. Un besote enorme mi niña.
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Triste. La magua de la distancia siempre pesa en el alma.
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Precioso… Abrazos
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Un cúmulo de sentimientos encontrados y añorados. Un poema triste como lo es cuando se emigra dejando atrás las cosas más importantes. En pocos versos, lo dices todo. Genial!! Un abrazo!!
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