Cambiar de aires

El conejo, más que harto, y con las orejas desgarradas, abandonó la chistera, dejando en su lugar una demanda por maltrato laboral.
A veces sucede

La amó, porque desde un primer momento ella supo lamerle las heridas.
Tomárselo en serio
Su maestro le dijo «si tienes un sueño, tómatelo en serio». Ella se lo tomó tan en serio que, con sus propias manos, fabricó la cuerda con la que se quitó la vida.
A pesar de todo, amor de madre
Todas las noches le cantaba la misma nana, sin importarle lo más mínimo el pequeño detalle de que él había nacido muerto hacía ya más de cuarenta años.
Facebook: Manuel Díaz García
No conocía esta faceta tuya de microrrelatista Manuel. Me ha gustado mucho, en especial el último, que parece ser sacado de una novela negra… pero puede ser tan real como la propia locura.
Me gustaMe gusta