Katy Hernández – La sombra del tiempo

LA SOMBRA DEL TIEMPO

Ya no se escuchan risas al cruzar mi umbral,
ni pasos impacientes que reclamen historias.
Quedé siendo eco, susurro sin ritual,
la memoria intacta, el cuerpo con sus derrotas.

Una silla me basta, y el sol por la ventana,
para contar los días sin que nadie los escuche.
Soy testigo invisible de tardes tempranas,
presencia callada que el mundo no discute.

Fui raíz de abrazos, abrigo de tormentas,
pero ahora me roza el olvido como brisa.
¿Tan lejos quedó aquella llama intensa?
¿Tan injusta la vida, que ni mirar avisa?

No pedí que el silencio fuera mi herencia,
ni que la soledad se sentara junto a mí.
Los años no deberían pagar con ausencia
lo que dieron en amor, en lucha, en porvenir.

Pero aún en esta pausa, en esta calma dura,
mi alma canta bajo las arrugas gastadas.
Porque hay belleza en esta ternura madura,
aunque los ojos del mundo ya no digan nada.

Katy Hernánez.

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